Regalo que el pueblo maya hizo a Raistlin en sus misiones en Mesoamérica, en que tenía por objetivo difundir entre los pueblos precolombinos la palabra del Kaiser, tratando de exterminar la palabra de Dios difundida por los secuaces de Fray Diego de Landa. El grabado representa la venida del Kaiser antes de la llegada de los colonizadores españoles, y la adoración que el pueblo maya siente por él desde el mismo momento de poner los pies en esas tierras. A cambio, el Kaiser les predice la llegada de los barcos desde Europa, su caida como imperio y la violación de todas sus mujeres a cargo de los marineros españoles.

Fotografía extraida del libro "Historias y mentiras: un paseo por el mundo" (Rastlin 2007)