ALTO VOLTAJE

Hoy vamos a hablar de nuestra amiga la silla eléctrica, un pequeño electrodoméstico que tendría que estar en todos los hogares españoles. Es un cambio generacional que tendría que estar inducido en toda la sociedad española. Así como el Mundial del 82 cambió casi todos los televisores en blanco y negro por los de color, o como todas las amas de casa cambiaron el lavadero por la lavadora automática, en toda los hogares españoles deberíamos pasar de tener nuestro propio garrote vil a tener nuestra silla eléctrica personalizada.

Y es que en esta sociedad que nos ha tocado vivir hay mucha escoria que convendría freír. Ojo, con estas palabras la Cancillería no quiere entrar en polémica sobre si habría que erradicar o no la pena de muerte del globo, damos por sentado que en algunos casos es totalmente necesaria. No estamos haciendo apología de la pena de muerte, tan solo estamos tratando de que las masas entiendan que algunos se la merecen. Como el poeta que dijo “Yo a mi mujer nunca la pego, en mi vida. Solo un par de veces y porque se lo merecía”.

Vamos a hacer un pequeño repaso: los políticos españoles, por ejemplo. Si vamos de un extremo a otro de la ideología, vemos que ni un independentista, ni un comunista, ni un moderado socialista, ni uno de centro-derecha, y para qué vamos a hablar de uno de Fuerza Nueva merecen el más mínimo respeto, no por su ideología, sino por la forma de ponerla en práctica... Con esta gente habría que tirar la casa por la ventana, rascarse el bolsillo todo el populacho, que somos muchos, y comprarles una silla eléctrica personalizada a cada uno para enchufarlas a todas a la vez y, de esta manera se podría hacer una ULTIMATE BARBEQUE que sería el orgullo de la Vía Láctea.

Si nos vamos por el tema banqueros (ésta es una petición largo tiempo esperada por un admirador que nos habla de tú y fuma mentolado), vemos que la cosa no varía... en verdad os digo, amigos lectores, que no quedará ni uno vivo. Su zalamería es tal que en cuanto huelen el bolsillo cual can oliendo el culo de su homónimo y notan que algo se puede sacar, sale de sus putrefactas y abismales entrañas una sonrisilla de orgásmico placer, y pasan de manera inmediata a poner en práctica sus artes ocultas con tal de sacarte hasta el último eurillo por el bien de algo etéreo llamado Euribor, algo que en un principio no asusta, pero basta solamente con que el banquero en cuestión te contrate una hipoteca para que, de forma súbita (ah, cojones!! ¿esto es el Euribor?), comience a subir de una manera totalmente desbocada y al año de tener la hipoteca notes cada vez que ves a tu banquero que cada vez que se mueve de un lado a otro, su sombra actúa de forma independiente a su cuerpo, igual que Drácula.

Siguiendo por el camino señalado de muerte y destrucción, pasamos por el pueblo de los astrólogos de la tele... je je je, menudos mantas, joé.... a estos sí que valía la pena cogerlos a todos juntos y colocarlos de manera que las sillas eléctricas fueran como las luces del árbol de navidad; en cuanto se enciende uno, se apaga otro, y todo al compás de la música de Arlequín o de Tamara, para que el espectáculo fuera una réplica de los concursos de fuegos artificiales. Mientras se van chamuscando, se les podría hacer todo tipo de preguntas sobre el futuro, y siempre que fallen, se les sube la tensión. Y cuando acierten, se le disminuye, de manera que encuentren gratificante el acertar algo por una puta vez en su vida, y vean que hay más cosas en la vida que engañar a mujeres maduras de 50 años totalmente frustradas con el sexo y que necesitan de la comprensión de una voz amiga sin que le sableen 20 euros en cada llamada.

A estas alturas ya hemos agotado por hoy nuestras reservas eléctricas, así que de momento lo vamos a dejar aquí, pero permaneced atentos a estas páginas, porque aún queda mucha chispa!! Estamos que lo regalamos, oigaaaa!!!