EL VIVO ROSTRO DE SU PUTA SANGRE

14 de agosto de 2006








En la sala de espera del hospital materno infantil, esperaba Pablo impaciente el nacimiento del que sería su tercer vástago. Ni deseado ni esperado, pero no por eso menos querido, se supone. Convencido que Carla no tomó precauciones intencionadamente, él no se lo reprocharía. Ya le iba bien así, con un tercer hijo se afianzaría aún más la unión matrimonial, pensó.

Fumaba compulsivamente, hasta que se le acabó el tabaco. A esas horas no había ningún sitio dónde poder comprar un paquete. Por eso me acerqué a él amablemente cuando vi que el síndrome de abstinencia comenzaba a ser evidente. Le ofrecí un cigarro y lo tomó con las manos temblorosas, dándome las gracias. Entablamos una conversación:

-¿Su mujer también va a dar a luz? –me dijo
-No, nada de eso. Estoy aquí por otro motivo.
-Ah, vaya. ¿Y qué motivo puede tener para estar aquí a estas horas de la madrugada? ¿Su novia es enfermera, quizás? –se creía ingenioso, el hijoputa.
-Podría ser, es muy perspicaz. Pero tampoco es el caso; además, si tuviera una novia enfermera ahoran mismo me la estaría follando, le prohibiría hacer turno de noche. Estoy aquí por una apuesta.

Llegados a este punto, le dio una profunda calada al cigarro y me miró extrañado. Mi semblante era serio e implacable; le miré a los ojos sin parpadear durante un buen rato. Finalmente le venció la curiosidad.

-¿Y puedo preguntar en qué consiste esa apuesta, si no es indiscreción? –Mal planteado por su parte, ya lo había preguntado.
-No puedes, sinó que debes. Tú eres parte importante de la misma. De hecho, eres el actor principal.
-No me diga estupideces, por favor. No estoy para tonterías a estas horas.
-La apuesta es sencilla; en breves instantes nacerá su hijo. Yo creo que será negro. Si es así, usted me extenderá un cheque por 30.000 euros. Así de simple.

Dicho lo cual, Pablo hizo ademán de levantarse. Le paré cogiéndole del brazo bruscamente.

-Suélteme el brazo si no quiere recibir una paliza. No pienso seguirle el juego, creo que está loco.
-Nada de eso. Te conviene serenarte. Mira esto, es un as que tenía escondido en la manga.

Le enseñé unas cuantas fotos en las que aparecía él saliendo y entrando de los burdeles de carretera más famosos del extrarradio. Su expresión cambió por completo, se sentó al lado mío y entre susurros rogó que saliéramos fuera. Por supuesto, no accedí a su petición. Su suegro, que estaba sentado dos filas por delante, giró el cuello y nos miró extrañado. Pablo le dedicó una falsa sonrisa, aparentando tranquilidad y el suegro volvió a lo suyo. Proseguí con el planteamiento del “juego”.

-Si su hijo es negro, gano yo. Y tiene que jugar, porque de lo contrario, su amable suegro que tan preocupado parece por su integridad, será el legítimo dueño de estas fotos.
-Vale, supongamos que acepto participar en esta estupidez. Pero mi hijo será blanco, tan blanco como la leche. Porque yo soy blanco, mi mujer es blanca y toda nuestra puta familia es blanca, ¿lo entiende?
-Bueno, si tú lo dices...
-Y si no es negro, como sucederá seguramente, ¿Qué gano yo?
-No te has dado cuenta todavía. Tú no ganas nada en esta historia, siempre pierdes. Pero tienes la gran fortuna de elegir cómo quieres perder.
-Por favor....
-Ni por favor ni pollas. Niño negro, 30.000 euros y esposa zorra. Niño blanco, reportaje fotográfico para Carla, con marco incluído, de tus idas y venidas por las casas de putas. Es decir, no pierdes pasta pero se rompe tu familia. Ahora sólo tienes que pensar si prefieres ser un putero y quedarte sin familia o ser un cornudo con una mujer más zorra que las gallinas y perder 30.000 euros. ¿Niño blanco o niño negro?
-Por favor, no siga. Mañana le extenderé el puto cheque, ya me las apañaré, pero no implique a mi familia en esto.
-Mira Pablo, yo no voy a entrar a valorar la moralidad de un hecho tan cotidiano como irse de putas; eso me da igual. Sé que te va el sadomaso cosa mala pero también me la pela; pero sé que pegas a las putas mientras te las follas y por ahí no paso. De hecho, fueron ellas las que clamaron venganza y acudieron a mi. No obstante, seré benevolente contigo porque eres un infeliz y me das mucha pena; muchísima. Si el niño es blanco, no ocurrirá nada; te dejaré en paz y no tendrás que pagarme nada ni nadie verá tus fotos.

-¿Lo dice en serio?
-Sí, puedes estar tranquilo, te doy mi puta palabra, aunque para ti no debe valer una mierda. De todos modos, ¿Has visto cuántos negros hay en Barcelona?
-Confío en mi mujer y voy a ganar esta apuesta.

Una enfermera con cara de ramera apareció por una puerta y pronunció el nombre de Pablo. Se levantó como un rayo y se dirigó a su suegro, que se habíá quedado dormido.

-Vamos suegro, me acaban de avisar.

Antes de encarar el pasillo, Pabló se giró y me miró fijamente; luego hizo un gesto de negación con la cabeza y desapareció.

Conté los segundos que pasaron desde que le perdí de vista hasta que oí el grito, que se escuhó como un estruendo en todo el hospital:

-BLANCOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!

De puta madre, pensé. Había apostado un polvo con Carla a qué su marido se pensaba que su próximo hijo iba a ser negro.

¿El dinero? También me da igual.



El Káiser, Mes II, Año 32

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente historia, me recuerda al chiste de Tarantino en Desperado

LaReinadelosMares dijo...

Muy buena, pero habría que enmarcar las fotos igualmente, estoy pensando en una especie de collage.

Octavio dijo...

Yo había escuchado la historia sustituyendo al negro por una cabra... qué cosas...

Kaiser y Raistlin dijo...

COMOR? Me acusaís de plagio? joder, me veo compartiendo plató con Ana Rosa Quintana para dar explicaciones.
Amigo,Octavio, ¿Lo de la cabra como es? Cuéntalo porque parece interesante...
Pues sinceramente, la historieta me la curré solito, pensando en la manera de joder a Pablo, nuestro P5 predilecto.
En fin, no soy tan original como me pensaba; hay que subir el nivel.

Saludos,

El Káiser, Mes II, Año 32

Octavio dijo...

Estoy seguro de que el negro de la historia es el que escribe para usted. Lo de la cabra es un chiste muy viejo.

El tema es que el niño finalmente era negro y la madre del desafortunado no padre le recriminaba que su verdadera progenitora debió haber sido una cabra debido a los pedazo cuernos que tenía el muy hijoputa (¿es posible hacer una sola frase más larga e ininteligible?).

Nos tienen en ascuas con lo del puto P5.

Anónimo dijo...

Pues será ininteligible, pero yo la he entendido y eso que últimamente no tengo muchas luces.
Y lo del P5 tambien lo tengo claro, pero ya nos iluminará el Kaiser plagiador.

RUFUS dijo...

la historia es buena y genuina (creo yo).
Yo vi un chite grafico donde el jefe negro de una tribu quiere cascar a el misionero blanco porque le ha nacido un hijo blanco.
- "padre usted es el unico hombre blanco en 100 kilomtros a la redonda ¿me puede explikar porke mi hijo ha nacido blanco?" (amenazando)
(el sacerdote asustado)-"mira hijo, esto son cosas de la naturaleza, a veces pasan cosas raras"

-"no tan raras como esta"

-"si, fijate en estas cabras, todas son de color blanco pero fijate que tambien hace poco que nacio una negra, son cosas de la madre naturaleza"

(el negro se queda pensando un rato y luego dice)

-"mire padre, hagamos un trato, yo no digo nada del niño blanco y usted no dice nada de la cabra negra"

Iconoclasta dijo...

No está nada mal la venganza, diría incluso que oído el ruido de las cantimploras que cagaba el putañero de Pablo.
Bueno, Káiser.
Buen sexo.

Ricardo Marquina dijo...

bravo!