A decir verdad, no nos queda nada bien el traje, por lo que tanto el gran Káiser como el que suscribe acordamos pagar a dos mozalbetes para interpretar nuestro papel, y de esta manera también ocultamos nuestra identidad, no vaya a ser que se creen grupos organizados en nuestra contra. En esta imagen los podéis ver, con el uniforme de campaña con el que salimos a limpiar la suciedad P5. Sobre el traje solo cabe reseñar que es lavable en máquina y 100% algodón, y totalmente copiado de una popular película (qué pasa, nos gusta la película y los trajes también, aunque no nos queden bien). El juguetito en sí es lo más importante: funciona con baterías de litio recargables a 220 v., y aunque pesa una tonelada y media, es de lo más práctico, ya que al activar el disparador comienza a lanzar a diestro y siniestro ondas con toda la información del blog para que todo el personal que se encuentre a menos de 50 metros no pueda hacer otra cosa que pensar en ello. Las personas que se encuentran fuera del radio de acción del aparejo suelen quedarse como medio atontadas por un momento, y lo único que recuerdan cuando se les quita la tontería es: cancilleríadigame, cancilleríadigame, cancilleríadígame, cancilleríadígame....
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