Año 8525. Parte 1ª

16 de mayo de 2007


Año 8525. Las cucarachas dominan la tierra.

"Después de la guerra nuclear acaecida a principios del siglo XXI entre un grupo de naciones occidentales encabezadas por Estados Unidos y la nación de Irán, las cosas para la humanidad dieron un giro total de 360 grados. Las bombas y mísiles destruyeron tanto la tierra como la atmósfera. Se hizo imposible vivir en el planeta, a menos que fuera bajo tierra. La panacea de los viajes espaciales aún estaba en fase embrionaria, por lo que todos los intentos de la antigua Agencia Europea del Espacio y de la Nasa de llevar a los supervivientes a otro planeta fueron contados por el número de muertos. El 95% de la humanidad pereció directa o indirectamente por aquella guerra. Los que no murieron por las bombas, lo hicieron por la destrucción de la atmósfera y la imposibilidad de respirar, a causa de los gases tóxicos, o la radioactividad, o los rayos solares, que sin la protección de la atmósfera, mataban a quien tocaran. Por esas razones, los pocos supervivientes de la raza tuvieron que refugiarse en el subsuelo, y poco a poco, por la falta de luz y de aire puro, la inteligencia humana fue perdiendo toda la capacidad que había conseguido en miles de años de proezas.

Todo el planeta quedó arrasado. Murieron el 90% de las plantas y la práctica totalidad de los animales terrestres. Las especies marinas también sufrieron muchísimas pérdidas, salvo las especies con un hábitat más profundo, más acostumbradas a las aguas más pobres en oxígeno. De todas maneras, los océanos quedaron casi despoblados.

Entre todas las especies terrestres que sobrevivieron al holocausto estaba la cucaracha. Fue la especie que mejor aprovechó la guerra, ya que los cambios acaecidos en el planeta, en un principio, no le afectaron en demasía. Murieron muchos miembros de la especie, eso sí, pero para los tiempos de la guerra había una población tan extensa que, aunque las pérdidas fueron muchas, no supuso ningún cisma.

La cucaracha fue el único ser vivo que permaneció en la superficie, aguantando la radioactividad, los gases, los rayos ultravioletas, la muerte a su alrededor. Con el tiempo, los organismos de la especie se fueron haciendo más fuertes si cabe a la adversidad del ecosistema. Y lo más importante, el cerebro de la cucaracha comenzó a sufrir cambios importantes; comenzó a reproducirse sobre sí mismo, a coger más masa encefálica, y a ser capaz de recordar momentos puntuales vividos por el ser. Digamos que fue el cambio más importante en la historia de las cucarachas, y todo se tiene que agradecer a la gran guerra provocada por los humanos contra ellos mismos.

La radioactividad hizo que con el paso de los años, el cerebro de la cucaracha llegara a unos cánones de efectividad solamente comparables con lo que en su día fue para los humanos su histórico Cromagnon. Un ser capaz de organizarse, de comunicarse con sus iguales y de usar ciertos tipos primitivos de herramientas. Los primeros asentamientos documentados de este tipo de cucaracha primitivamente inteligente datan de finales del siglo XXII en las planicies de lo que en su día fue Norteamérica. Se han encontrado corazas fosilizadas con una gran capacidad craneal, así como útiles primitivos de uso cotidiano, como descomponedores de residuos, o un instrumento musical similar a lo que hoy es nuestro bykil.
Ya alrededor del año 3000 las cucarachas han dominado el reciclaje de residuos, así como la ganadería, sobre todo en el subsuelo, donde se han encontrado cuevas gigantescas dedicadas al cuidado del humano. Las cucarachas se organizan en sociedades feudales, dominadas siempre por el macho alfa. Por los datos que tenemos, éste era siempre elegido mediante un duelo a muerte entre todos los aspirantes, y reinaba hasta que un grupo de 5 o más individuos de la colonia le desafiaba de nuevo. El macho alfa era lo que para los antiguos humanos –de los que tenemos muchísimas referencias anteriores al holocausto- significaba la palabra Dios. Este concepto de deidad cambió con el paso de los siglos hasta un concepto más terrenal, ya que fueron surgiendo facciones opuestas al régimen del macho alfa dominante, cosa que poco a poco fue provocando la segregación de dichas facciones y la migración a otros puntos del continente, tales como la zona que antiguamente era conocida como Venezuela...."


Extracto del libro "Historia de la cucaracha: Similitudes con el hombre antiguo", escrito por Raistlin, ex-escriba oficial del macho alfa Bush. Año 8525 (1ª Edición)


Del autor:


Nacido en la planicie central en 8522, ya a los seis meses de vida publicó su primera novela de ficción "El ataque de los hombres" (Editorial Cuc), mientras cursaba sus estudios de escriba. Casado en 8523 y padre de 528 hijos, se especializa en su estudio sobre la humanidad antigua. Comenzó a ejercer de escriba para el macho alfa Bush ese mismo año, trabajo que ha dejado hace poco para dedicarse plenamente a la literatura. Entre sus muchísimas novelas de éxito destacan sobre todo "Mamá, ese humano me ha mordido" y "¿Qué tengo que haces con vosotros, hijos de puta?" en que trata la relación entre padres e hijos, y su implicación emocional comparándola con la relación entre los humanos y sus crías, comparación que le ha supuesto estar condenado a muerte en multitud de paises radicales.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La culpa también es nuestra, para variar. llevamos tantos años inmunizándolas con porquerías, que no habrá manera de que no sobrevivan a todo. Parecen políticos...

Por cierto, me alegro de haber perecido en el holocausto. Me dan un asco sólo comparable al que me dan las campañas electorales.

Beso, Kaiser.

Iconoclasta dijo...

Maravilloso; y yo pisándolas por mero deporte, por el placer de oírlas crujir.
Me siento importante sentando las bases para nuevos odios entre especies.
Una historia genial, apasionante. Eres una gran historiador y científico, Raistlin.
Me gusta la ciencia ficción.
Un abrazo.
Buen sexo.
Iconoclasta

Anónimo dijo...

El holocausto fue/será el único gran salto que le falta por dar a la humanidad. La extinción parcial o total de su misma especie es una cosa que aún no se ha perfeccionado con el paso de los siglos. Ya los alemanes trataron de ponerlo en práctica, pero solo consiguieron una ínfima parte de los resultados esperados. Anteriormente, los experimentos en pro de la extinción de la raza humana no llegaron a niveles destacados. Así como con otras especies, la masacre total o casi total se ha conseguido, el hombre aún no lo ha podido hacer realidad con su misma especie. Bueno, que me enrollo mucho....
Gracias por tus comentarios, Respirando.
A tí que te voy a decir que no sepas ya, Iconoclasta.... que estoy deseando que subas de nuevo un relato tuyo, por ejemplo.
Saludos,

Raistlin