y la miel

15 de septiembre de 2007

"Para comerse el pan de los ángeles, antes has de untarlos con miel"

Tal como se ha comentado en la anterior reflexión de nuestro bienamado Káiser, un elemento crucial de nuestra existencia es el pan -Mal cáncer en la lengua le llegue a quien hable mal del pan, y se le caigan las manos o se transformen en muñones quien no haga un buen uso del pan-. Pero no menos importante es la miel, que endulza las penas de la vida, y hace que los tragos amargos, con miel, sean mucho menos amargos.

Como el pobre inmigrante que tiene que hacer colas kilométricas delante de comisaría para conseguir un puto papelito que le diga que es un ser “legal”. Con una rebanada de pan con miel la espera sería más corta y más dulce.

Como el pobrecito skinhead que espera a la puerta de comisaría a que el niño negro a quien le quiere dar la paliza salga con sus papeles en la boca. No se acerca más porque hay muchos inmigrantes reunidos, cosa que sería peligrosa, además de mucha policía, cosa que también es peligrosa. Esa espera también sería más dulce con un buen caramelo de miel pasándoselo de carrillo a carrillo. Con ese entretenimiento, al cabo del rato verá salir al niño negro con sus papeles en la boca, totalmente dispuesto a decirle al niño nazi “soy negro, pero legal”, pero que se encontrará con el puño americano marcado en la mejilla igualmente. La miel además tiene propiedades curativas, así como cicatrizantes, por lo que para este caso también sería buena.

Cuando tomando una cerveza con un amigo te lo estás pasando de puta madre, y caen dos, y caen tres, y caen diez... y va pasando la noche y estás estupendamente bien, y de repente a tu amigo, con la lengua más suelta y el corazón más pesado a causa del alcohol, te revela que se siente muy mal porque hace unos meses se folló a tu novia, con la que te vas a casar, y pide desconsoladamente que le perdones, y cada vez está más arrepentido. Tan arrepentido que confiesa que todo el grupo de colegas se ha follado a tu novia, y que le tienes que perdonar solo a él, que ha tenido la valentía de confesarlo. Un buen tarro de miel para mojar el dedo sería genial mientras vas pensando: ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿Quién se ha follado a quién? ¿Tus amigos a tu novia, o tu novia a tus amigos? ¿Quién tiene más cuernos y es más gilipollas? ¿Hillary Clinton o el tonto de turno chupándose el dedo untado en miel?.

Mientras tú estas escuchando a tu amigo con el corazón comprimido y la rabia más descomprimida, en tu piso tu novia se quita los restos de semen en el bidé para tratar de destruir pruebas (debería estar especificado en el código penal “después de un adulterio el lavado de coño será penado con 25 años y un día de arresto mayor”), y uno de tus amigos se levanta de tu cama y se limpia el pene en las cortinas nuevas que colgaste ayer, después de múltiples problemas con el taladro para colocar la puta barra. Eso no se irá en mucho tiempo, pero a él parece no importarle mucho., Pero ella, que lo ve desde el lavabo, pega un grito de loca que piensa “La hemos cagado”. Y mientras sale corriendo secándose con una toalla a ver el estropicio, está pensando en que necesita algo en que descargar su furia por ese error del despreocupado amigo de su novio. Va a la cocina, coge el tarro de miel, y se unta unas tostaditas. La mancha nunca se irá, pero siempre puede decir que al llevarse el tarro de miel a la cama, se le calló la tapa en la cortina y se manchó. Solucionado gracias a la miel.

Y es que la miel es purificante, energizante, estimulante, azucarada y protectora de la piel. Será por eso que la cantidad de miel que llega al mercado español ha caído un muchos puntos de un tiempo a estas fechas. Desde la Cancillería siempre hemos confirmado que la producción apicultora viene siendo la misma de cada año. Pero la venta por parte de nuestro gobierno al gobierno de los Estados Unidos de grandes cantidades de miel destinadas al uso y disfrute de sus tropas en Irak, nos hacen sospechar un untamiento meloso gubernamental por parte de nuestro gobierno con tal de agraciarse de nuevo con el Sr. Bush hijo. Cosas de la miel que hace amigos a los irreconciliables.




Raistlin
Salud y buenos alimentos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me cagüen diez! y a mí que la miel no me hace mucho!!! me voy a aficionar yo a eso de la miel!
Pobres abejitas que producen, producen... para que venga un hijo de su madre y la desperdicie...
Si es que esta vida es muy perra, tanto para negros, putas, hijos de puta y abejitas...

Un beso de una incultilla!

Iconoclasta dijo...

Pues mira, porque la miel no se fuma, que si no ahora mismo estaría flipando dulces ornitorrincos jaspeados de tonos pistacho que correne por las paredes de mi triste piso.
De todas formas, probaré a untar el papel del cigarro a ver si así...
(es que con todos esos beneficios que produce la miel, si la pruebo es capaz de anular esta angustia interior que me hace tan carismático).
Mis respetos, Raistlin, que te lo has currado bien.
Un abrazo.
Buen sexo.