SOBERBIA, DIVINO TESORO.

Uno de los valores fundamentales de “las fés” (léase plural de fe) es la humildad. Desde todos los estamentos sociales nos recomiendan o, en el peor de los casos nos imponen ser humildes; los padres, los educadores, los gobernantes... humildad! Como si ésta sirviera como salvoconducto de algo!

La Gloriosa Cancillería considera inapropiada tanta humildad; es más, instamos a todos vosotros a ser soberbios y prepotentes, como el Káiser manda; como muestra, la Cancillería ha recopilado unos botones de muestra para que comprobéis in situ, que con la humildad no se llega a ningún sitio.

1.- En la carretera:

Llegado el momento, un Guardia Civil para a un pringao y le pone una multa por exceso de velocidad o por defecto, el caso es ponerla y joder, y aquél le dice al agente:
-Vale, iba a 180 kms./hora, pero joder soy humilde, quíteme la multa.
-Vale chaval, ahora por gilipollas te doblo el importe y no te hundo la mandíbula con la porra porque hay un tío con una cámara grabando; bueno qué coño, razón de más para hundírtela, pum!! toma ostión!

2.- En la escuela:

-Joder Pablito, te has lucido en el exámen, te voy a suspender.
-No profe, no me suspenda por favor, no vé que soy muy humilde?
-Sí, sí, todo lo humilde que quieras, pero coño, que pongas en el exámen que la revolución francesa consistió en batir dos huevos y luego freirlos es pasarse, por no decir lo de los Reyes Católicos, Elena y Marichalar.
-Pero soy tan humilde que podría ponerme un 5 pelao, no?
-Lo que te voy a poner es un cero como una casa, hijoputa, anda tira que no quiero ni verte, cabrón.

3.- En la casa de las putas:

-Oye Jessica, soy tan humilde que sólo te meteré la puntita, pero no me cobres, vale?
-Mira idiota, sólo por tocarme la teta ya te estoy cobrando 50 euros, así que si me metes aunque sea la puntita puedes ir preparando cien más.
-Joder, pero sólo es un rocecillo de nada con el cipotín, ni te vas a enterar a ti que más te da.
-Sí, sí, pero los 100 por adelantado y espera que no venga el chulo y te parta la cara, perverso, que eres un perverso.

Sin embargo, siendo soberbio y arrogante, las cosas podrían ir mucho mejor, he aquí los siguientes ejemplos:

1.- En la carretera:

-Alto! Le recuerdo que iba usted a 180 kms/.hora.
-Sí, y yo le recuerdo que mi padre es Teniente de la Guardia Civil en Brunete, si quiere le llamo.
-Vale chaval, si te lo decía más que nada porque con la escalada de precios del petróleo, si le pisas mucho te vas a arruinar, pero nada tú sigue p’adelante. Si quieres mi compañera que está en el coche patrulla te puede hacer una mamadilla.
-Pues vale, que me la chupe, no le vamos a hacer un feo a la chica y luego te agachas tú que algo te caerá también.

2.- En la Escuela:

-Joder Pablito, vaya examen...
-Bueno, ya hablaré con mi padre, consejero de cultura de la comunidad.
-A ver, no me malinterpretes, el examen en general está bien, sólo decirte que la soberanía del pueblo español de mediados del XVIII no residía en los cojones del caballo de Espartero y que Yoda no fue presidente de la Generalitat, pero vamos, son dos tonterías que no tienen importancia.

3.- En la casa de las putas:

-Tú putilla, te voy a meter una bergá que vas a estar dos meses de baja laboral y encima no te voy a pagar.
-Ah sí? Y eso por qué?
-Pues porque mi padre es tu chulo y yo tengo derecho de pernada.
-Vale, métela hasta el fondo mi amooool a ver si me hases cositas buenas, tú sabees.


Bien, estas son unas pequeñas muestras, pero habría más.

Como Káiser, os brindo este consejo que os será de gran utilidad en la vida:

EN LA VIDA HAY QUE SER SOBERBIO Y ARROGANTE, LA HUMILDAD ES PARA LOS FRACASADOS.

Ahora bien, si alguien tiene más ejemplos, ya los puede ir colgando, en la Gloriosa Cancillería estamos abiertos a recibir todo tipo de sugerencias, no somos un grupo cerrado.

El Káiser, Mes VI, Año 31