Escribo estas líneas desde el retiro que yo mismo me he impuesto. Después de los problemas que me ha ocasionado mi anterior y voluntaria encrucijada (insultos a mi persona tildándome de terrorista, agresiones policiales, juicios totalmente injustos, etc....) he decidido dedicar parte de mi valioso tiempo en la cárcel para meditar.
Meditar sobre la existencia, sobre mi vida, sobre mi causa, sobre mi ser. Meditar sobre el mundo, meditar sobre la sociedad, meditar sobre Dios.
Os escribo estas líneas para haceros partícipes de mis pensamientos, para que sepáis que aunque encerrado por una causa que considero justa, a veces la justicia hace la vista gorda con los que la presionan, y se deja violar como la jovencita a la que asaltan en una esquina cualquiera y que, cuando se le pasa un poco el miedo, acaba tragando, esperando a que todo termine, y luego se va a casa, sin decir nada a nadie, por miedo y vergüenza a contarlo, al qué dirán. La misma justicia que de vez en cuando acaba pasando alguna que otra vez por la misma esquina, por si ya no sigue allí su violador, pero siempre aparece, y vuelve a tragar.
A veces las cosas siguen el camino marcado por el azar, otras están dirigidas por terceros, amantes de lo suyo, que dedican su tiempo y esfuerzo a que acabes aceptando su religión, su credo. Tu opinión no cuenta, eres un mero jugador de cartas que siempre acabas haciendo equipo con quien te dictan, no porque seas bueno jugando, sino porque tus cartas son las que benefician al otro. El gran engaño están en que tengas la sensación satisfactoria de que creas que eres tú quien eliges. Tú tienes cara de tonto convencido de lo que haces, el otro la pone, y te dice con el pensamiento mientras te mira a los ojos asintiendo lo tonto que en realidad eres, lo tonto que nunca has imaginado llegar a ser. La gente nunca juega sus cartas buenas hasta que no le quedan más huevos que freír, hasta que no juega por su vida. Mientras tanto, van tirando, tratando de que no veas la mano que tienen, de que no veas el as que tienen en la manga, y te van tirando cartas para que te vayas dando por satisfecho, para que pienses que una victoria es posible, para que creas que controlas el juego. Pero no es así, amigo mío. La partida para ellos no ha hecho más que empezar, y mientras tú piensas que vas ganando, ellos van haciendo la suya, pero al final siempre acaban rompiendo ellos la baraja. No existe justicia, solo existe la voluntad del poderoso.
El poderoso contra la que mucha gente se rebela, pero que nada puede hacer para parar la gran mole que lo arrasa todo. Me avergüenza ver un telediario en que sale una protesta de “radicales” contra la economía del Banco Mundial, ver como se les tacha de esa manera, “radicales”. Radicales por creer en un mundo más equitativo para todo el mundo, por pensar que pueden cambiar algo dentro del sistema. Y no es posible. No es posible mientras en un telenoticias cualquiera dan la noticia de la protesta y estás pensando: “presentadora de mis entretelas, en esa mesa y delante de millones de espectadores me subía a la mesa, me sacaba el nabo y te lo metía a la fuerza en la boca”, sin hacer ni puto caso a la noticia, a la lucha de unos cuantos contra el mundo, a la desesperación de unos chalados. Esos putos chalados lo único que hacen es protestar porque tu mundo sea mejor, amigo mío. El tuyo, el mío y el del niño de 4 años que se muere de hambre en Namibia mientras a ti te ponen por la tele, entre noticia y noticia, el anuncio de una colonia. Y es que en Namibia no hace falta esa colonia.
Dios existe, pero es un puto cabronazo voyeurista, que lo único que hace en el cielo es observar, espiar en los vestuarios de las chicas y tocarse. Cuando no espía, navega en internet colgando sexo en la red. Dios permite que te masturbes con su religión, solamente por el placer de observarte, y solamente por su propio gozo. Y es que Dios, si fuera como la Iglesia católica y apostólica dijera que es, tendría asuntos más importantes en los que trabajar, aunque fuera a media jornada. O eso creo yo.
Me quedan unos meses aún. La cárcel no está tan mal, el káiser me trae tabaco. De vez en cuando dejo que alguien me agarre del bolsillo, para liberar tensiones y no meterme en problemas, pero a veces la sensación provocada por el encierro hace insoportable la estancia, y debo escapar. Escapo hacia el sueño, un sueño reparador al que me ayudan a llegar mis particulares baldosas amarillas, las pastillas para dormir. Creo que tomo demasiadas, y por eso medito tanto.
Nos vemos en los bares (cuando salga).
Raistlin Botika (¿Dónde están mis amigos?)
3 comentarios:
Ya sabe usted mi opinión al respecto querido y encarcelado amigo. ¡¡Victoria o muerte!! Para mí es sencillo, hay que enfrascarse en un hábito, lento pero insistente, cual martillo pilón, de demolición de la estructura sostenedora de los P5 y su universo paralelo. Y sobre todo, no olvidarse de hacer esto mismo que hace usted desde la sombra oscura, húmeda y solitaria del calabozo: Pensar...pensar para poder ver, oír y, finalmente...entender para poder luchar y ¡¡VENCER!! Salud y buenos alimentos.
L.B.
Ojalá fuera una metáfora el P5, un universo paralelo. Pero lo cierto es que somos ese universo y para nada paralelo, Lord Brithuss, nos interfieren, nos moslestan y nos corrompen. Nos roban el aire.
Y no importa que Dios sea un móvil de hojalata o el mismísimo Zeus metiéndonos un rayo en el culo. Dios no existe, la humanidad está equivocada y actúan (o no actúan) en consecuenca a esa superchería y por tanto creen en el poder casi divino de los que ostentan el poder. No hay suficiente cal viva para enterrar a tanta gente.
Y así, con la idiocia como mensaje genético o con la mala leche que da de mamar la madre P5 a su cría, la estulticia se eterniza y se convierten en delicuentes a personas que luchan por algo de justicia. Todo tan truculento y absurdo como un cuento de Kafka.
Y en la cárcel se está bien, es una buena forma de no ser interferido. Casi que me voy a fumar un cigarro con vosotros.
Creo que más que luchar, al salir, nos saldrá más a cuenta seguir riendo porque esto no tiene arreglo ni un final feliz.
A menos que lo de ese asteroide que amenaza con la posibilidad de estrellarse contra La Tierra sea cierto y todo se arreglará si eso ocurre. Aunque no sé, igual son capaces de adorar los supervivientes al trozo de piedra que quede y fundar otra religión de idiotas y para idiotas.
Buen sexo, presidiarios Raistlin, Brithuss.
Iconoclasta
Ya lo dice Tyler Durden: Cabe la posibilidad de que a Dios no le caigas bien.
Si necesita una lima para fugarse no dude en pedírmela, le fabricaré una con mira telescópica y abridor para las cervezas.
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