Celtiberia show no para, amigos. Yo creo que los recién llegados, ya sean inmigrantes o extraterrestres tienen que alucinar o clavarse las uñas del dedo índice en los genitales con este circo ibérico. Mientras a un jugador de fútbol le recriman que el modo que tiene de doblarse las medias incita poco menos que a una guerra civil, su entrenador, el seleccionador de la nación sale al paso defendiendo su “españolía” o “españolismo” en una rueda de prensa en Liechinstein (o como pollas se escriba) Normal, el traductor alemán se hizo la picha un lío y no sabía a cuento de qué venía esa gilipollez. El sabio de Hortaleza, que tiene más de Hortaleza que de sabio, zanjó el tema por la vía rápida: “para que lo entiendas, tú pasate por España y verás lo que hay, así que puedes traducir lo que quieras” Me equivocaba, el tío este es sabio, sabe bien de lo que habla.
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Me estaba pajeando viendo las acrobacias sub-acuáticas de Gemma Mengual y la otra cuando caí en la cuenta de que tenía los canelones en el horno. Que se jodan los canelones.
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Cambiando de canal, entre tanta bazofia desinformativa y lúdica basura fui a parar al estercolero mayor del reino. Un plató, un payaso que hace que canta y tres personas sentadas haciendo de jurado, la profesión de moda: un gordo, una tía que va de sexy y sólo sirve para chupar pollas y un listillo que se vanagloria de trabajar en los 40 principales, cuando debería sonrojarse sólo con recordarlo. Van de duros y escupen frases lapidarias del tipo: “tú no me vales”, “vete por dónde has venido”, “has hecho el ridículo”, “tú no tienes el factor X”. Dí un respingo del sofá y me saqué la chorra, colocándola en la pantalla del televisor a la altura de la boca de la chica que va de profe. Es verdad, yo tampoco tengo el Factor X pero gasto una polla que no te cabe ni en la boca. Joder, esa noche dormí de puta madre, y sin drogarme.
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Estos médicos recién licenciados ven demasiadas series de televisión. Ahora resulta que todos quieren ser como House. A la mínima que preguntas a qué puede deberse ese dolor que te martiriza, te mandan a la mierda o se cachondean en tu cara. A mi médico de cabecera le propuse un trato. “Mira, si me dices por qué me duele la espalda prometo portarme bien y rajarte la yugular sin que te enteres, con buena praxis y una técnica exquisita. Y macho, si eres tan bueno como para recetarme algo que me alivie, igual te dejo vivir, pero de perder la mano derecha no te salva ni tu puta madre, que escribes muy mal, cabrón”. Por supuesto aceptó, y ahora estoy mejor, ya no me duele tanto, aunque cuesta olvidar el tembleque de la mano pegando saltitos por ahí como si fuera una lagartija.
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Como me aburro demasiado, mucho más de lo que quisiera, me bajé una peli japonesa o coreana (me suda absolutamente la polla la nacionalidad de la misma). Se titula The Host y trata de un bicho enorme que sale de las profundidades (supongo que...) del mar. No la ví. Justo antes de ponerla, cambié de canal y apareció un personaje completamente desencajado, rabioso, con el gesto torcido y una mirada lasciva soltando soflamas por la boca como el Dragón que Sant Jordí se pulió para follarse a una guarra. Era Iñaki Gabilondo. Coño, luego hablan de Losantos, pero a este al menos no le vemos la jeta. Las dos Españas, a cuál más asquerosa. Ya tuve suficiente ración de bichos raros, The Host tendrá que esperar.
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El tigretón de Venezuela ha chapado un canal de Televisión y todos los intelectuales centro-bien-pensantes se han echado las manos a la cabeza sin haber visto ni un puto minuto de programación de dicho canal. Yo tampoco he tenido la desgracia de verlo, pero a buen seguro que el 95% de la parrilla era una puta basura y el 5% restante propaganda anti chavista. Este tío es inteligente, ha aplicado el método Simplex multidimensional para la resolución del conflicto y todos salen ganando: el pueblo no tragará más mierda, él no será lapidado catódicamente y los dueños de la televisión podrán ir de mártires por los países que se autodefinen como democráticos para vender la infamia de su caída en desgracia. Me juego el cuello a que estos hijos de puta nos cuelan siete culebrones y dos programillas en prime time. Entonces nos acordaremos de Chávez y sus decisiones unilaterales. Al tiempo.
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Acostumbrado a perder, el olor de la derrota me resulta familiar. Tanto como mi propio aroma, el de humano de mierda de raza blanca, mediocre, sin distinción. Ni una nota de color en estas tiras de piel seca y áspera. Anhelo ser negro, o mulato. El mestizaje está de moda, los blancos pálidos y palurdos no servimos para nada, estamos marginados social y culturamente.
Yo no puedo tocar el bongó con la gracia y desenfado que aquél negro del extrarradio. Él no conduce un flamante Audi A8, pero está tocado por la mano del mestizaje y es capaz de lucir esas rastas y tatuajes con total naturalidad y atrevimiento. Y eso gusta. A mi blanca mujer le pone, y mucho.
Ayer llegué a casa antes de hora. Estaba en la oficina observando el que sería mi futuro despacho en la Torre Espacio, que dicen que dibuja la fórmula trigonométrica y=cos(x). En pocos meses tocaré el cielo, dominaré Madrid desde su punto más alto, me sentiré como un dios. Yo cerraré la parábola, seré el límite, la continuidad de la función, su integral y su derivada.
Pero no sé tocar instrumentos de percusión.
Comencé a fantasear con la idea de que mi mujer estuviera siéndome infiel con un negro. He sido comedido con la descripción de mi pensamiento. Realmente, lo que se me pasó por la cabeza fue que mi señora esposa estuviera comiéndole la polla de treinta centímetros al negrata de La Elipa, a la vez que éste entonaba cánticos trivales procedentes de la más ancestral cultura de los indígenas. Luego pensé que el muchacho se corría en la boca de mi señora, expulsando su asqueroso semen a borbotones. También se me ocurrió que, no contento con esto, le daría por el culo hasta dejárselo como un bebedero de patos y mi mujer encantada de la vida gritaría: “métemela hasta el fondo hijodeputa!”
También se me pasó por la cabeza que quizás el inmigrante tuviera un amigo necesitado y que la puta de mi mujer le daría lo que buscaba. Por eso mi mente procesó una imagen dantesca: el amigo del negro follándosela por delante y por detrás y sin condón.
Todo esto pensé, qué os parece.
Y yo sin aprenderme un acorde. Ahora, como dices Luis Aragonés, traduce lo que quieras.
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Eta ha dado por finalizado el proceso de paz. ¿Es que alguna vez había empezado? Parece que los dos muertos del atentado de la T4 sean virtuales. Vamos a ver, políticos, periodistas y P5 en general, esto no es Second-Life, aquí las bombas matan. Vaya panda de hijos de puta.
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Me voy de putas amigos, esta tensión hay que sacarla de algún modo.
Gracias por nada.
EK, M XI, Año 32
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Me estaba pajeando viendo las acrobacias sub-acuáticas de Gemma Mengual y la otra cuando caí en la cuenta de que tenía los canelones en el horno. Que se jodan los canelones.
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Cambiando de canal, entre tanta bazofia desinformativa y lúdica basura fui a parar al estercolero mayor del reino. Un plató, un payaso que hace que canta y tres personas sentadas haciendo de jurado, la profesión de moda: un gordo, una tía que va de sexy y sólo sirve para chupar pollas y un listillo que se vanagloria de trabajar en los 40 principales, cuando debería sonrojarse sólo con recordarlo. Van de duros y escupen frases lapidarias del tipo: “tú no me vales”, “vete por dónde has venido”, “has hecho el ridículo”, “tú no tienes el factor X”. Dí un respingo del sofá y me saqué la chorra, colocándola en la pantalla del televisor a la altura de la boca de la chica que va de profe. Es verdad, yo tampoco tengo el Factor X pero gasto una polla que no te cabe ni en la boca. Joder, esa noche dormí de puta madre, y sin drogarme.
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Estos médicos recién licenciados ven demasiadas series de televisión. Ahora resulta que todos quieren ser como House. A la mínima que preguntas a qué puede deberse ese dolor que te martiriza, te mandan a la mierda o se cachondean en tu cara. A mi médico de cabecera le propuse un trato. “Mira, si me dices por qué me duele la espalda prometo portarme bien y rajarte la yugular sin que te enteres, con buena praxis y una técnica exquisita. Y macho, si eres tan bueno como para recetarme algo que me alivie, igual te dejo vivir, pero de perder la mano derecha no te salva ni tu puta madre, que escribes muy mal, cabrón”. Por supuesto aceptó, y ahora estoy mejor, ya no me duele tanto, aunque cuesta olvidar el tembleque de la mano pegando saltitos por ahí como si fuera una lagartija.
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Como me aburro demasiado, mucho más de lo que quisiera, me bajé una peli japonesa o coreana (me suda absolutamente la polla la nacionalidad de la misma). Se titula The Host y trata de un bicho enorme que sale de las profundidades (supongo que...) del mar. No la ví. Justo antes de ponerla, cambié de canal y apareció un personaje completamente desencajado, rabioso, con el gesto torcido y una mirada lasciva soltando soflamas por la boca como el Dragón que Sant Jordí se pulió para follarse a una guarra. Era Iñaki Gabilondo. Coño, luego hablan de Losantos, pero a este al menos no le vemos la jeta. Las dos Españas, a cuál más asquerosa. Ya tuve suficiente ración de bichos raros, The Host tendrá que esperar.
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El tigretón de Venezuela ha chapado un canal de Televisión y todos los intelectuales centro-bien-pensantes se han echado las manos a la cabeza sin haber visto ni un puto minuto de programación de dicho canal. Yo tampoco he tenido la desgracia de verlo, pero a buen seguro que el 95% de la parrilla era una puta basura y el 5% restante propaganda anti chavista. Este tío es inteligente, ha aplicado el método Simplex multidimensional para la resolución del conflicto y todos salen ganando: el pueblo no tragará más mierda, él no será lapidado catódicamente y los dueños de la televisión podrán ir de mártires por los países que se autodefinen como democráticos para vender la infamia de su caída en desgracia. Me juego el cuello a que estos hijos de puta nos cuelan siete culebrones y dos programillas en prime time. Entonces nos acordaremos de Chávez y sus decisiones unilaterales. Al tiempo.
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Acostumbrado a perder, el olor de la derrota me resulta familiar. Tanto como mi propio aroma, el de humano de mierda de raza blanca, mediocre, sin distinción. Ni una nota de color en estas tiras de piel seca y áspera. Anhelo ser negro, o mulato. El mestizaje está de moda, los blancos pálidos y palurdos no servimos para nada, estamos marginados social y culturamente.
Yo no puedo tocar el bongó con la gracia y desenfado que aquél negro del extrarradio. Él no conduce un flamante Audi A8, pero está tocado por la mano del mestizaje y es capaz de lucir esas rastas y tatuajes con total naturalidad y atrevimiento. Y eso gusta. A mi blanca mujer le pone, y mucho.
Ayer llegué a casa antes de hora. Estaba en la oficina observando el que sería mi futuro despacho en la Torre Espacio, que dicen que dibuja la fórmula trigonométrica y=cos(x). En pocos meses tocaré el cielo, dominaré Madrid desde su punto más alto, me sentiré como un dios. Yo cerraré la parábola, seré el límite, la continuidad de la función, su integral y su derivada.
Pero no sé tocar instrumentos de percusión.
Comencé a fantasear con la idea de que mi mujer estuviera siéndome infiel con un negro. He sido comedido con la descripción de mi pensamiento. Realmente, lo que se me pasó por la cabeza fue que mi señora esposa estuviera comiéndole la polla de treinta centímetros al negrata de La Elipa, a la vez que éste entonaba cánticos trivales procedentes de la más ancestral cultura de los indígenas. Luego pensé que el muchacho se corría en la boca de mi señora, expulsando su asqueroso semen a borbotones. También se me ocurrió que, no contento con esto, le daría por el culo hasta dejárselo como un bebedero de patos y mi mujer encantada de la vida gritaría: “métemela hasta el fondo hijodeputa!”
También se me pasó por la cabeza que quizás el inmigrante tuviera un amigo necesitado y que la puta de mi mujer le daría lo que buscaba. Por eso mi mente procesó una imagen dantesca: el amigo del negro follándosela por delante y por detrás y sin condón.
Todo esto pensé, qué os parece.
Y yo sin aprenderme un acorde. Ahora, como dices Luis Aragonés, traduce lo que quieras.
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Eta ha dado por finalizado el proceso de paz. ¿Es que alguna vez había empezado? Parece que los dos muertos del atentado de la T4 sean virtuales. Vamos a ver, políticos, periodistas y P5 en general, esto no es Second-Life, aquí las bombas matan. Vaya panda de hijos de puta.
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Me voy de putas amigos, esta tensión hay que sacarla de algún modo.
Gracias por nada.
EK, M XI, Año 32
4 comentarios:
Felicidades por el nuevo diseño del blog, está genial. No te creas que soy muy feliz con ello, soy ante todo envidioso y me retuerzo mortificado en mi cueva húmeda y oscura.
El repaso que has pegado a toda la mierda que nos salpica día a día, es de lo más divertido, se debe a que sabes escribir y tienes gracia, porque la puta verdad es que no tiene gracia alguna. Esto lo único que necesita es un incendio planetario a ver si de las cenizas sale algo de inteligencia y coherencia.
Saludos, Kaiser.
Buen sexo.
Me gusta la nueva plantilla Káiser.
Me ha encantado eso de los nuevos médicos, y eso del Factor X ese, no me cuadra lo de Miki Puig, los sencillos tenían buenos temas, auténticamente funkeros.
En cuanto a Iñaki Gabilondo... de ese prefiero no hablar, todos se meten con Federico Jiménez los santos y de este no dicen nada. Demagogia.
Saludos.
A la Att. de: La Cancillería
De: Lord Brithuss
Enhorabuena por el nuevo diseño y por las pildoritas de lucidez que, como siempre, andan pululando por aquí. Después de un tiempo desaparecido de la blogosfera, es un placer comprobar que algunos siguen sin descanso en la brecha. El consejo de mi reino ya ha propuesto a La Cancillería como futuro miembro del "Contubernio" de mi castillo. Se comunicarán puntualmente las decisiones tomadas. Hasta entonces, reciban vuecencias los más calurosos saludos. Suyo afectísimo
L.B.
Gracias a los tres por vuestras interveciones.
El nuevo diseño se debe a la incansable labor de Raistlin por tratar de mostrar una interface acorde a nuestra imagen real, es decir, mitad negra y mitad calavérica.
Iconoclasta, no tengo gracia, simplemente me lo tomo con humor. Tomar aire y obviar lo que escuchas es todo un acto de fé al alcance de unos pocos elegidos, como nosotros. Me apunto a lo del incendio, pero me temo que de las cenizas surgirá más idiotez, esto no tiene arreglo.
Dr. Benway, como siempre, tiene usted razón. Miki Puig fue alguien en su día, con sus Sencillos y su "bonito es", un clásico de nuestra época; no se puede caer más bajo. La mierda es como arena movediza, absorve a cualquiera lenta pero eficazmente.
Querido Lord, formar parte del Contubernio sería todo un honor, nos dejaremos la piel en el intento y si morimos, que de pie sea y meándonos en las cabezas de quien nos mire desde abajo.
Gracias por seguir ahí.
Abrazos,
La Cancillería
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